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CÓMO AHUYENTAR A LA CLIENTELA...En Restaurantes

RESTAURANTES:
LO QUE NO DEBE
HACER SI DESEA CONSERVAR
 A SU CLIENTELA
 
Asistir a un restaurante para un almuerzo con amigos, una cena de negocios o simplemente porque nos ganó el hambre y no nos da tiempo de ir a casa, no debe convertirse en una experiencia tormentosa e inolvidable por lo negativa... sino todo lo contrario.... Sin embargo, existen muchos restaurantes que brindan un pésimo servicio, siendo muchas veces culpa de los empleados sin que el dueño del negocio llegue a imaginar por qué es que cada vez menos clientes acuden a su local. En esta breve guía, exploraremos todas aquellas circunstancias que alejan a los comensales del negocio.....


En Restaurantes :

Sea un restaurante elegante de cinco tenedores o un modesto y escondido "huarique", la calidad de los servicios y la limpieza son determinantes para su éxito o fracaso.
La siguiente lista presenta todo lo que se debe evitar para no perder clientela y hacer su experiencia de consumo agradable y duradera :

  • Es terrible encontrar cabellos, uñas y demás partes corporales así como restos de insectos y animales entre los alimentos. Esto es motivo de queja frecuente entre los comensales quienes inclusive exponen su malestar ante los medios de comunicación. En una concurrida y elegante cadena de pollerías fue encontrada restos de una cucaracha entre la ensalada; la queja fue expuesta en un diario de gran circulación.
  • Emplear el mismo aceite varias veces, peor aún si se emplea una maquinaria especial para "limpiarlo" y volverlo a usar. Tal es el caso de una cadena internacional de comida rápida cuya mala práctica fue motivo de clausura del local y difusión en la prensa. Varios comensales se intoxicaron al comer allí, con fuertes dolores de cabeza y malestar estomacal.




  • Emplear cuchillos sin filo, tenedores torcidos o cubiertos sucios. Jamás volví a aquella juguería en la que me sirvieron dos veces con la misma cucharita sucia mi ensalada de frutas por más que yo exigía que me dieran una limpia.


  • Servir en platos y tazas astillados.
  • Sentarse en sillas y mesas desequilibradas o a punto de romperse. Es muy ioncómodo tener que sujetar la mesa mientras se come para no terminar con nuestros alimentos por el suelo o sufrir una bochornosa caída al romperse nuestra silla.





  • Sillas y mesas incómodas. Aunque se ven muy lindas y se están poniendo de moda las mesitas altas de vidrio y las sillas o banquitos con patas largas y asientos pequeños; éstos resultan muy incómodos, sobre todo para las personas de edad, los niños pequeños y los consumidores con mayor peso corporal. Y así, por más rico que sea lo que venden, si uno no se puede sentar bien, no consumirá allí.
  • Ver cucarachitas o arañas caminando por los suelos y paredes, así como moscas y mosquitos revoloteando por las mesas. Estos es más evidente en los "chifas" o restaurantes  de comida oriental así como en  las "cevicherías" o restaurantes de pesacados y mariscos.
  • Presenciar, en plena comida, la limpieza del local. Es muy desagradable ver cómo sacan la basura de la cocina mientras estás comiendo, peor aún si salen con una procesión de moscas por detrás, sobre todo si se evapora el aroma de tus alimentos y el aire del local queda impregnado con aquel fétido olor.


  • Que te barran mientras está comiendo. No por hacendosos generan simpatía sino todo lo contrario. No se puede disfrutar de tus alimentos cuando empiezan a barrer por tu lado echándote toda la mugre a los pies y dándote alergia y asco.



  • Encontrar los servicios higiénicos sucios, en mal estado y/o sin mantenimiento. Un impresionante chifa perdía todo su atractivo en el baño pues los tanques de sus inodoros no tenían tapa, el piso siempre estaba mojado y sus tachos permanecían colmados de desperdicios.





  • Mostrar manteles y mesas sucias.
  • Servilleteros sin papel.
  • Azucareros con el azúcar sucia.
  • Mostazas, mayonesas y salsas malogradas y/o rancias.

  • Esperar demasiado tiempo para que te atienda un mozo o mesera.
  • Encontrar las mesas ocupadas con los servicios usados y los pisos sucios por los anteriores comensales y que nadie los venga a limpiar. Por el Día de la Madre fuí con mi familia a un elegante chifa, al ver que pasaban los minutos y nadie nos atendía, tuve que retirar el servicio anterior, limpiar nuestra mesa, hacer nuestro pedido en el mostrador y recogerlo en la cocian; pero mi autoservicio era sólo para mi familia y no para las otras mesas que me llamaban para que los atienda, pues al no ver personal disponible, los comensales del lugar creyeron que yo era empleada del local.
  • Música estridente. Una agradable experiencia de consumo se transforma en un tormentoso dolor de cabeza cuando te van subiendo el volumen de la música mientras estás comiendo. Peor aún si en lugar de oir algo acorde a lo que comes, tal como música criolla o instrumental relajante, te ponen cumbias o rock metalero ¡a todo volumen! que te da taquicardia y ganas de salir comiendo y no volver jamás.
  • Consumir una cosa y que te cobren por otra. Es muy frecuente este incómodo error cuando te traen la abultada cuenta de otra mesa. O cuando te traen tu propia cuenta pero mal sumada e inflada o con los precios diferentes a los que vistes en la lista. Y es más malo cuando te dicen que se equivocaron de lista y te habían mostrado la antigua con los anteriores precios, dando la impresión de que te muestran la lista con precios atractivos y te cobran diferente, engañándote.....¿Será por eso que se llevan rápido la lista para que no tomes nota de tu consumo y saques tu verdadera cuenta?....
  • Al principio más, y luego cada vez menos. Esto es muy evidente cuando vas por primera vez a un restaurante y te sirven bien despachados los platos, luego en tu segunda visita, te sirven un poco menos y así  poco a poquito cada vez te dan menos, lo que se conoce como "peinadito". Un comensal acostumbrado a degustar platos con la misma cantidad no volverá cuando le cobren lo mismo y le sirvan menos y menos.....
  • Falta de hielo y de agua. Sobre todo en pleno verano se hace necesario tomar bebidas refrescantes y no tan dulces. Un exitoso restaurante de buffet criollo recibe a diario gran cantidad de quejas por no brindar hielo y agua cuando sus comensales lo solicitan.

  • Café frío. Que te sirvan las bebidas que debieran ser calientes frías es muy desagradable, más en pleno invierno o que te  la traigan hirviente a riesgo de sufrir una quenmadura. Hay que buscar el justo medio.
  • Presenciar maratones en el restaurante. Ver a los mozos y meseras corriendo, disputándose las mesas por las propinas, gritándose o peleándose y tirándose los platos por sus problemas personales y laborales es muy desagradable. El restaurante debería ser un lugar para disfrutar de tus alimentos y relajarte, no para salir con más stress al presenciar las inconductas del personal.

  • Televisores malogrados. Si el restaurante desea poner un televisor para distraer a sus comensales, éste debería funcionar en óptimas condiciones y con buena señal. Es muy incómodo tratar de seguir algún programa cuya imagen es borrosa o sin sonido.
  • Comida fría, cruda, salada, insípida o demasiado dulce. No sé cuál es peor. Un delicioso guiso acompañado de un arroz recién sacado del congelador combinan muy mal. Varias veces he tenido que devolver platos cuyos acompañamientos que debieron ser calientes, estaban helados.... O exigir que terminen de cocinar carnes y papas que estaban crudas ¡Qué desagradable!
  • Uniformes sucios, rotos, descosidos, incompletos, etc. Una mala presentación del personal deja una mala impresión del restaurante, así como el que algunos mozos y meseras tengan uniformes y otros no. Todos deben estar parejos y bien peinados.
  • Pedir un plato, y que te traigan uno diferente... no te avisen que lo que pediste no ya no había ... y encima, cuando estás a punto de empezar a comer, se lleven tu plato a otra mesa... Le pasó a una amiga que pidió spaguetti con piernas de pollo, le trajeron los spaguetti pero con pechuga... reclamó y le dijeron que no había pierna... y cuando aceptó comer lo que le trajeron, le quitaron el plato sin avisar, se lo llevaron a otra mesa y no le pidieron disculpas.... Pidió otro plato, pero como no había, aceptó los spaguetti y se le trajeron en menor cantidad... ¡se lo disminuyeron!... mi amiga ya no volvió más.....
  • Falta de cortesía. Emplear personal que no te saluda cuando entras al local, te tira la carta a la mesa sin dártela en tus manos con amabilidad, no sonríe, no te desea el cl+ásico "buen probecho" cuando consumes; no está a tento a ver si te ofreces algo más, no se despide cuando te vas y no agradece tu visita y está con cara de sargento todo el tiempo, te hacen sentir fastidiad@ y hasta castigad@ por acudir al local.

Así qué atención restaurantes y "huariques", los comensales nos fijamos mucho en lo que consumimos y en cómo somos atendidos premiándolos o castigándolos con nuestra presencia o ausencia...¿Usted qué opina?....


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